jueves, 16 de abril de 2009

RESTAURACION DE LA MV SELLA

La MV fue restaurada en dos fases. Primero restauramos el chasis y el motor. Montamos la moto, y pusimos las piezas que le faltaban, para pasar la ITV y poder rehabilitar la documentación. Así estuvo durante unos meses, incluso asistió a la concentración de Cambados del Club Motos Vellas do Salnés, "pilotada por Pepe Cereijo". La segunda fase la realizamos este último invierno.
Primera fase:
Desmontamos totalmente la moto. El motor se lo llevó Jorge, un amiguete que le pega muy bien a la mecánica. Le cambió , juntas, válvulas, rodamientos y retenes.
Mientras fuimos trabajando con el chasis. Se decapó totalmente, se lijó, se limpió bien y se le dió una buena capa de imprimación cromo-fosfatante. A continuación, una buena capa de aparejo, lija y pintura de dos componentes (todo esto en nuestro tallercito). Limpiamos y pulimos piezas, sustituimos tornillos, tuercas y arandelas...
Cuando Jorge tuvo preparado el motor, empezamos a montar todo, con Calixto, como siempre, llevando la voz cantante. De vez en cuando tuvo que dar algún grito para que no nos durmiéramos en los laureles, pero la Sella pronto estuvo lista para poder ir a la ITV.
Cuando empezamos a rodar con ella, nuestro amigo Pepe Cereijo decía que teníamos que dejarla tal cual, sin pintar el resto de la moto, ni cromar, ni nada más. Decía que tenía mucho mérito verla tal cual estaba, en marcha y dando guerra (por cierto, bastante guerra, ya que hace un ruido atronador). Calixto, en principio, estaba de acuerdo. A mi no me gustaba la idea, sobre todo porque una parte importante de la pintura no era original. Después de mucho debatir, y pedir opiniones a otros compañeros, decidimos terminar de restaurarla.
Segunda fase:
Una parte muy importante del trabajo ya estaba hecho, pero todavía quedaba mucho que hacer. La parte de chapa fue bastante dura, dado que las piezas estaban muy tocadas. En primer lugar llevamos todas las piezas a chorrear con arena e imprimar. Una vez que las tuvimos en el taller empezó el "trabajo sucio". Una caja de herramientas y el cubre cadenas tenían sendos agujeros que hubo que tapar. El porta matrículas estaba bastante torcido, abollado y con varios orificios de antiguos tornillos, que sobraban. El depósito tenía bastantes abolladuras...
Calixto y yo fuimos haciendo lo que pudimos (que no fue poco), dadas nuestras limitaciones. Dimos aparejo, lijamos, aplicamos cemento donde era necesario, volvimos a lijar, volvimos a dar aparejo, volvimos a lijar... Pero para este trabajo tuvimos la suerte de contar con nuestro colega Iván, un chapista y pintor (además de mecánico y electricista...). El le dio el toque definitivo a todas las piezas, para que el resultado final fuera el mejor posible (teniendo en cuenta que Calixto andaba por detrás apurandonos con más y más gritos).
La pintura fue cosa de un compañero del Club Motos Vellas do Salnés.
En estos momentos la moto está lista, a falta de cambiar la curva de escape, el silencioso y el cerquillo del faro.






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