Una vez finalizado el proceso de chapa y pintura solo quedaba montar los últimos detalles. Las defensas, delantera y trasera, que se limpiaron con máquina y pasta de pulir cromados. A los plásticos se les ha dado color para que sea un negro más vivo.
El R4 ya casi luce como si hubiese salido ayer mismo de la fábrica. Y digo casi porque lo único que queda es restaurar las llantas.
Próximamente más .
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