III INVERNOVESPA

Madrugamos para hacer la ruta con "calma y buena letra", ya que como todos sabemos el estado de las carreteras en esta época es, en muchas ocasiones, complicado.

En Cambados nos juntamos trece motos con la escolta del coche escoba. Salimos rumbo a Villagarcía para encontrarnos con Calixto y Benito, para continuar hasta Padrón, donde recogimos al último del grupo, Alberto, al que le llevamos la Vespa en el remolque del coche escoba. En total trece Vespas y tres Lambrettas pusimos rumbo a Melide en una mañana fría y desagradable. La primera parada que hicimos fue para repostar en Pedrouzo, si no recuerdo mal, ya que "mi" Vespa 150S, entró en reserva unos kilómetros antes (como chupa la condenada; pero que bien anda...). Desde allí directos hasta Melide, a un ritmo mucho más rápido que el que habíamos llevado hasta ese momento. En total (incluidas las paradas) unas dos horas y media para hacer unos 110 kilómetros y lo mejor es que sin ningún tipo de contratiempo ni avería.

Ya por la tarde y después de una buena comida de confraternización, arrancamos a eso de las 4:30 de regreso a casa, de golpe y sin parar hasta llegar a casa de Benito, donde hicimos un avituallamiento a base de buen vino casero y queso.

Esta fue mi primera participación en una "concentración" solo para Vespas y Lambrettas y en general me lo pasé muy bien, pero la verdad es que me esperaba algo más de este evento, que aunque tiene muy buen ambiente y se respira buen rollo, se me antoja un poco "soso". No quiero que se me entienda mal, no estoy haciendo una crítica destructiva, sino todo lo contrario. Creo que una reunión como esta, en la que se dan cita un número importante de aficionados a las motos, no debería de quedarse sólo en una comida; yo haría algo más, pero ya digo que esto es una opinión mía y que puede que esté condicionado por las concentraciones de motos antiguas a las que acostumbro a ir. Es posible que las filosofías de un tipo de evento y del otro sean distintas y si es así, mi argumentación ya no tiene sentido, pero bueno... No se, estoy un poco espeso y no me salen las palabras, pero repito, no quiero que nadie se tome a mal lo que digo.
De todas las formas, mi enhorabuena a los organizadores. Se lo qué es organizar cosas de este estilo y cuesta mucho tiempo y trabajo. Parece que el Invernovespa se consolida como cita invernal.

Quiero agradecerle a Rafa el haberme cedido una de sus Vespas; casi diría que la mejor, porque arranca solo con asomarle el pie, anda que da gusto y es bonita como ella sóla. Además agradecer a Benito de parte de Calixto por hacer lo mismo y prestarle su Vespa. Desde ayer, hay dos aficionados más a este tipo de motos, es más, posiblemente tengamos novedades pronto...


"Mi" Vespa y la de Calixto





Distintas formas de entretenerse: algunos bailaban mientras otros comían


Pulpo con cerveza y vino antes de comer