jueves, 29 de diciembre de 2011

DOS O CUTRO RUEDAS, PERO CLÁSICOS

En el Faro de Vigo de hoy, nos encontramos este artículo que nos habla de varios aficionados a los coches antiguos, en la zona de Cambados. Entre estos, se encuentran dos compañeros de Motos Vellas do Salnés: Toño Portas y Rafa Blanco. Toño tiene dos Citröen 2CV (uno lo utilizamos para llevar a Calixto al altar); Rafa tiene un Vespa 400.


Vespa 400 de Rafa
2CV de Toño, engalanado para la ocasión

Pasión por las joyas de cuatro ruedas

Los aficionados a los coches clásicos suelen comprarlos baratos y ocuparse ellos mismos de su puesta a punto

Tradicional exposición de coches antiguos en Pontecesures. // Iñaki Abella
Tradicional exposición de coches antiguos en Pontecesures. // Iñaki Abella 

Gonzalo Durán compró su Rolls Royce en Gran Bretaña por poco más de 3 millones de pesetas de 1999; la familia Núñez de Cambados viajó expresamente a la isla francesa de Córcega para hacerse con un viejo autobús Mercedes; Antonio Portas localizó un Citroën 2 Caballos oculto en un pajar de Ribadumia, al lado de un carro de vacas; Rafael Blanco recibió de regalo un biplaza Vespa sin radio ni cinturón de seguridad; Marcos Contiñas encontró uno de sus Minis en internet... Cinco historias de aficionados a los coches clásicos. Una pasión que crece en O Salnés.

ANXO MARTÍNEZ - AROUSA Poca gente sabe que es posible pegarse el gustazo de conducir un auténtico Rolls Royce por poco más de 18.000 euros, o que se puede pasear en un Mini de época por 12.000. Pero es así. La afición por los coches clásicos tiene fama de ser cara €y puede llegar a serlo€, pero no siempre lo es.
El alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán Hermida, se hizo por ejemplo con un auténtico Rolls Royce Silver Shadow II de finales de los setenta por 3.200.000 pesetas de 1999. Hacía tiempo que andaba detrás de ese modelo, pues se confiesa un fanático de la mecánica, y soñaba con disfrutar del exclusivo motor del Silver Shadow. La oportunidad le llegó a finales de los 90, hojeando una revista especializada. Había una unidad en Gran Bretaña, y Durán no dudó en hacerse con él. Además, el vehículo ya estaba listo para rodar por el asfalto. "Yo aconsejo comprar los coches clásicos ya restaurados, porque sale mucho más barato. Yo hasta ahora solo tuve que cambiarle las ruedas".
La afición por los coches clásicos es adictiva, y cada vez son más los arousanos que guardan en sus garajes auténticas joyas del siglo pasado. Para el presidente del Club Clásicos Salnés, el ourensano afincado en Cambados Marcos Contiñas González, "casi todo el mundo que tiene un vehículo de estos sueña con hacerse con otro. Es algo que te vicia bastante".
Marcos Contiñas posee dos Minis. El primero, un 850 Deluxe de 1972, lo compró en 2001 por 2.000 euros, e invirtió otros 10.000 en arreglarlo. Tuvo que remozarlo prácticamente por completo; lo llevó a un chapista y lo pintó de nuevo; le cambió la tapicería y las suspensiones; le puso a punto el motor... "A quien le gustan los coches clásicos es raro que los compre en perfecto estado, porque prefiere ir arreglándolo él mismo y ponerlo a su gusto".
El segundo automóvil histórico de Marcos Contiñas es un Authi Mini 1.300 Cooper de 1973, fabricado en Pamplona, en lo que hoy es una planta de Volkswagen. Lo compró en 2008 en Barcelona por 3.000 euros y gastó otros 7.000 en dejarlo guapo. En su opinión, la pasión por los clásicos "es una afición cara, porque siempre quieres tener el coche lo mejor posible y buscas los modelos más exclusivos posible".
Pero en ocasiones, la pasión por los vehículos históricos exige más una inversión de tiempo que económica. La familia Núñez de Cambados posee cuatro automóviles del siglo pasado €un camión, dos autobuses y un turismo€ y el primero que tuvieron, un autocar Mercedes de 1959, les exigió dos años de intenso trabajo. De la restauración se encargaron personalmente el fundador de la saga familiar de transportistas, José Núñez Barros, y uno de sus hijos, José Núñez Cores. Éste último es un apasionado de la mecánica, y no dudó en mancharse de grasa para devolver al esplendor aquella joya adquirida en Madrid. El trabajo fue arduo y largo, y algunas de las piezas que necesitaban tuvieron que comprarlas en Argentina.
Posteriormente, los Núñez se hicieron con otro autobús Mercedes de 1971, que fueron a buscar a la isla de Córcega (Francia); con un camión Mercedes de los años sesenta; y con un turismo Ford V8 Deluxe de 1948 que había pertenecido al arzobispo de Solsona (Cataluña).
Vespa y 2 Caballos
El portavoz del PSOE de Cambados, Rafael Blanco Guerrero, y el empresario Antonio Portas tienen una cosa en común. Además de tener coches clásicos, adoran las motocicletas de época, y de hecho ambos forman parte del Club Motos Vellas do Salnés. Antonio Portas Piñeiro tiene dos Citroën 2 Caballos, uno de los modelos legendarios de la automoción europea del siglo XX. Uno de ellos es de 1963, y el otro de 1974.
El empresario €tiene la concesión de Citroën en Cambados€ cuenta que el coche del 63 lo encontró cubierto de paja en un galpón de Ribadumia, al lado de un carro de vacas, y que se hizo con él a cambio de otro coche y unas 50.000 pesetas. En su caso, afirma que la pasión por los clásicos no es especialmente cara "porque hoy en día puedes encontrar todo tipo de recambios a buen precio en internet".
Rafael Blanco, por su parte, tiene un curioso Vespa 400 de 1958. Su coche no pasa nunca desapercibido, pues es un minúsculo biplaza descapotable con motor de dos tiempos que hoy en día es poco menos que imposible ver por España. A Blanco se lo regaló un amigo suyo francés €país donde sí quedan muchas unidades, y de hecho existe un club específico de Vespa 400€, con la condición de que lo restaurase fielmente. Y el político cambadés así lo hizo, consiguiendo incluso pintarlo con su color original.
La restauración le costó solo 3.000 euros "porque hubo que desmontar el motor y volver a montarlo, y eso me lo hizo un tío mío gratis". Blanco es un enamorado de la marca italiana Vespa €tiene 18 ciclomotores de esta casa, desde una de 1956 hasta una de las primeras que montaban intermitentes, de 1982€ y afirma "da gusto salir con el coche en un día bueno". La conducción no es tan cómoda como en un turismo actual €el Vespa de Blanco carece de radiocasete o cinturón de seguridad, y no puede superar los 60 kilómetros por hora€ pero a cambio le proporciona unas sensaciones que no siente al volante de ningún coche actual. "Es como un viaje al pasado, y piensas en los sacrificios que tenían que pasar nuestros abuelos para desplazarse en viajes largos, por carreteras mucho peores que las actuales, y sin apenas comodidades".

1 comentario:

  1. Ayer por la noche pude ver, en el períodico de papel, el mismo artículo pero muhco más amplio. Con más detalles, mas fotos... Intentaré conseguirlo e insertarlo en el blog.

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