RESTAURACION DE LA COMANDO

Aunque estaba entera, pues había sido restaurada (de aquella manera) hacía pocos años, el estado en el que se encontraba era de un abandono considerable (óxido, aluminios sucios y feos, cromados picados,...). En un par de horas, Calixto "desguazó" la moto casi por completo. A mi no me dio tiempo ni a ver cómo lo hacía, ya que era sábado por la tarde y yo trabajaba.

Con la ayuda técnica del compañero de Sanxenxo ya citado, fuimos haciendo acopio de piezas y repuestos que necesitábamos, enviamos a cromar las piezas que lo requerían (es decir, todas las que van cromadas), etc.
Mientras fuimos rascando y decapando la pintura del chasis, depósito, guardabarros... Este es un trabajo duro y sucio, pero de los que te sientes orgulloso cuando lo ves rematado. En esta ocasión no cometimos el error de no dar imprimación (error cometido con los ciclomotores). Pero nos asesoraron mal en la tienda especializada donde compramos la imprimación y la muy "jodida" no daba secado. Vuelta a decapar y dejar el chasis limpio como una patena y a dar otra imprimación, que esta vez si dio resultado.
Calixto no se quiso arriesgar y prefirió pintar las piezas en un taller de pintura (con cabina de pintado y pistola en condiciones...). Aunque más caro, el resultado es sustancialmente mejor. Solo tenían que pintar, ya que dar aparejo y lijar, lo hicimos nosotros.
Entre tanto, nos fuimos entreteniendo con otras historias como limpiar y pulir aluminios, y desmontar las llantas. Esto último por dos motivos. El primero, limpiar los bujes y comprobar las zapatas. Y el segundo y, quizás más importante, sustituirlas, ya que eran de aluminio y de 19" (con buen criterio, este compañero de Sanxenxo, nos aconsejó que dejáramos la moto lo más original posible). La Montesa Comando, de serie, traía llantas de hierro (cromadas) de 18". Y así lo hicimos. Hemos de decir también, que en esta ocasión, el trabajo de radiar y centrar las ruedas fue cosa de nuestro asesor técnico de Sanxenxo y de su padre (un gran maestro).
El asiento estaba casi perfecto, con lo cual, lo único que hicimos fue limpiarlo.
El motor no lo abrimos, ya que nos dijeron que estaba "hecho" de cuando habían restaurado la moto anteriormente (de momento y por suerte, no falló nunca)
El montaje fue bastante rápido, por la ya conocida falta de paciencia de Calixto. Cuando digo "bastante rápido", no creáis que fueron un par de días, ni tres, ni cuatro. Lo que quiero decir es que fue todo lo rápido que podía ser para dos novatos como nosotros.
En fin, no queremos resultar aburridos, quedan detalles y pequeñas anécdotas, pero ya las contaremos en otra ocasión...
Os dejamos unas fotos del antes, el durante y es después.